viernes, 18 de enero de 2013

Mujeres en Bicicleta


La bicicleta, más que una simple maquina capaz de llevarnos de un punto a otro tiene el poder de liberarnos e independizarnos. La bicicleta no distingue genero, color ni credo. ¡Es democrática! Y aunque aún hay muchos que creen que es cosa de hombres la realidad es muy diferente.

La mujer es generadora de cambio. A las mujeres les gusta compartir experiencias y tienen la naturaleza de alentar, apoyar y compartir. Estas características son esenciales para influir en otras mujeres, en la familia y por consiguiente en las nuevas generaciones. Las mujeres tienen el poder de convertir nuestras ciudades en ciudades bicicleteras. Ya lo dijo David Byrne: “ El día en que la mujer se suba a la bicicleta, el hombre la va a seguir.”

Estudios recientes sugieren que una estrategia que podría verdaderamente impulsar el uso de la bicicleta es el preguntarse que es lo que quieren las mujeres. Como lo afirma la profesora Jan Garrad de Deakin University en Melbourne, Australia, “para evaluar si una ciudad es ciclista es necesario evaluar la proporción de mujeres que utilizan la bicicleta.” Esta proporción se considera un buen indicador ya que esta científicamente comprobado que la mujer es más renuente al riesgo. Es decir, si la mujer se siente segura hay una mayor probabilidad de que opte por transportarse en bicicleta. También es importante tomar en cuenta que por lo general las mujeres son las que se encargan del cuidado de los niños y de hacer las compras. Como pueden ver, las mujeres son parte clave para impulsar la generación de infraestructura segura y que además conecte puntos como escuelas, mercados y lugares de recreación.

¿No les parece interesante? En diferentes países se ha invertido en la creación de kilómetros y kilómetros de ciclovías y de carriles bici y sin embargo la proporción de mujeres ciclistas es baja. ¡Creo que es más que justo que escuchemos a las mujeres!

Según se menciono durante el 5to Congreso Nacional de Ciclismo Urbano, en México se estima que menos del 8% de los ciclistas son mujeres. Hoy por hoy el ejemplo a seguir son los Países Bajos que cuentan con la infraestructura ciclista más segura. El 56% de sus viajes en bicicleta son realizados por mujeres.

Es más que obvio que tenemos mucho que trabajar. Para tener un panorama más amplio de la situación que vivimos en México, le pedí su punto de vista a un grupo de mujeres, de diferentes partes de a republica, a las que considero lideres y además admiro el arduo trabajo que realizan para que el movimiento ciclista crezca y tener cada vez más ciclistas.

Lo primero que hay que destacar es que cada lugar enfrenta situaciones muy particulares. En algunas ciudades se puede percibir una proporción mayor de mujeres que en otras. Y digo percibir, porque la verdad es que no existen los datos suficientes que nos indiquen a ciencia cierta donde nos encontramos.

Según me comentaba una de las entrevistadas, la mujer ha tomado diferentes roles con respecto a la bicicleta. Existen mujeres que por nada en el mundo se subirían a la bici. Principalmente por vergüenza o por diferentes factores sociales y culturales como el falso estatus que el conducir un auto da. Existen las mujeres que han logrado integrar la bicicleta a su vida cotidiana e inclusive algunas que han decidido crear o formar parte de algún movimiento a favor de la bicicleta. Afortunadamente, todo parece indicar que el número de mujeres que se están subiendo a la bicicleta va en aumento.

Existen barreras que desalientan a las mujeres a transportarse en bicicleta tales como la falta de infraestructura, la inseguridad, el poco conocimiento de la bicicleta y el paradigma de dependencia con el que lamentablemente aun se trata a la mujer.

Sin duda la principal es la carencia de una infraestructura ciclista adecuada. Mientras las ciudades no cuenten con una red (incluyendo bici puertos y adecuaciones al transporte público),  que comunique sus diferentes sectores así como mercados, escuelas, parques, etc. el número de ciclistas (hombres y mujeres) jamás tendrá un crecimiento considerable.

Hay casos en los que las chicas comienzan a utilizar la bicicleta, con mucho entusiasmo, pero la falta de conocimiento de la bicicleta en combinación con el paradigma de dependencia o del “sexo débil” logran que al poco tiempo se desanimen.

Poniendo en práctica la teoría de Jan Garrad, les pregunté a las chicas qué se podría hacer para fomentar el uso de la bicicleta entre las mujeres. La respuesta fue bastante clara. Todas y cada una de las entrevistadas identifican la falta de infraestructura como el problema principal. Muchas mujeres y hombres no se transportan en bici simplemente porque no se sienten seguros al circular por las calles o porque no tienen un lugar para estacionar la bicicleta en su destino final.

Aquí es importante que seamos realistas. La mayoría de nuestras autoridades, empresarios y ciudadanos aún no han entendido los beneficios de salud, ambientales, sociales, culturales y económicos de la bicicleta. Estamos lejos, pero esto no quiere decir que es imposible, ni que tendrán que pasar 100 años para poder disfrutar de infraestructura adecuada. El cambio lo tenemos que generar nosotros, todos y cada uno de nosotros trabajando en conjunto. Como lo menciono una de las compañeras: “Primeramente tiene que cambiar la mentalidad individual y a partir de ahí, generar una modificación al entorno.”

Lo segundo que tenemos que hacer es promoción de boca a boca. Como se menciono en un principio, a las mujeres les gusta compartir. Si le platicas a una amiga sobre todas esas experiencias positivas que has vivido o los muchos beneficios que nos da la bicicleta y además la invitan a subirse hay una gran oportunidad de que lo haga y lo siga haciendo.

Visto en labicikleta.com

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¡Viva la Bike!